jueves, 31 de mayo de 2012


42º Día –  Stonington, las langostas de Maine y …… Lumbago                          

Gooooooooooooood morning family,

Hola peques,

Hemos dejado el parque nacional de Acadia para adentrarnos en una isla aun más pequeña que esta a hora y media, y al sur de la misma esta un pueblecito pesquero, de langostas ¡claro! llamado Stonington, precioso. Solo llegar nos hemos dado un paseo por el pueblo (4 casas), localizado los ¿restaurantes? que eran 3, y nos hemos instalado en un hotelito que es una maravilla (mejor que veáis alguna foto)

Vistas desde la habitacion del hotel
En el bar de enfrente vendían Rolls (pan de hot dog) y como no han caído uno de  langosta y otro de vieiras (¡es que están de muerte!) que nos hemos tomado tranquilamente en la terraza del hotel,  delante de nuestra habitación.

la Comida con los Rolls de langosta

Os escribo esto después de hacer una siestecilla y que la tía Feli se ha ido a dar una vuelta.
Me imagino esta zona de Estados Unidos en invierno y tiene que ser durísimo vivir aquí.

antiguas boyas

Este pueblo es tranquilísimo, solo se oye alguna gaviota de vez en cuando.

La selecciòn
David nos hablo de una señora que pintaba sobre cualquier cosa y que hacia cosas muy bonitas por la zona pero hemos sido incapaces de encontrarla, mañana seguiremos.

Nos hemos pasado la tarde dando una vuelta a la isla, luego me he quedado en el hotel leyendo mientras la fotógrafa hacia fotos a todo el pueblo. Ha estado presente en la llegada de una “manada” de langostas, aquí “Lobsters”.



Ahora entiendo lo de los pollos tiernos que tomamos los primeros días, debían estar alimentados con langostas que aquí van mas baratas que el pienso. Hemos visto el precio de la libra de langosta y es increíble, ¡6 $!



La niebla  venia y se iba y así ha transcurrido un apacible día en “Stonington”.

Stonington
Como Luis ha estado de descanso todo el día, yo me lo he pasado paseando por este apacible pueblo, el mar esta totalmente en calma, no parece para nada el Atlántico, ha sido una pena no podernos dar un bañito. Cuando estaba por el puerto ha llegado un par de langosteros con su cargamento y los pescadores  muy amables me han dejado hacer algunas fotitos a unas preciosas y coleantes langostas, casi me ha dado pena comerme una después en la cena, pero están tan buenas y con tan pocas posibilidades de tomarlas que no se puede una andar con remilgos. 

Los simpáticos pescadores
N.B.- La tía Feli se acaba de tomar su segunda langosta, esta mucho mas grande que la del otro día y al mismo precio. (Aquí no la deben ni probar).

Langosta de 1 1/4 de lb.

Mañana bajamos hasta New Hampshire pero no sabemos aun por donde nos quedaremos.

Barquita en las mansas aguas de Stonington

No echamos de menos el “just for looking”, ni el outlet GAP, ni Manhattan, un poco Brooklyn si y también a nuestro David..


2 comentarios:

  1. Qué rico!!! Qué envidia!!! Pero cuidadito con comer demasiada langosta, porque según vuestra observación de que en la zona hay muchos gordos,podemos preguntarnos si no será la langosta lo que engorda...JE, JE JE! Qué mala es la envidia! Besos

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  2. No te rias que es verdad, no de la langosta pero la acompañan con un bizcocho y mantequilla. Pero no hay que preocuparse por la linea no nos da tiempo. Besos Feli

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