Viajes de una manchega y un gabacho

28º Día –   Comida a orillas del Hudson y cena en Pekín.

Hola peques,

Como pasa el tiempo, llevamos por aquí casi un mes. Un mes escribiendo y documentando una crónica diaria, como si fuéramos corresponsales de un periódico en un país extranjero. Eso si, con buenas fotos y un lenguaje macarrónico, pero de eso ya estabais avisados.

Escena en el West Village

La tía Feli empieza a fundir plomos así que tendremos que pensar en hacer alguna salida al campo para cargar pilas. ¡Suerte que estamos en Brooklyn y no en Manhattan! Habíamos pensado (David nos deja el coche) ir hacia el norte, concretamente a Maine.

Ya lo iremos concretando. 

Dos apuntes de días anteriores:

1º) el día de la “Frick”,  salí de casa sin gafas, suerte que fue una colección penosa y se podía ver hasta borrosa.

2º) La línea 7 es un “Subway” pero el tramo que os comentamos es “Upway” y tiene unas magnificas vistas, que es otro de sus atractivos.  

Lo de ayer, que seguramente repetiremos algún día con horarios diferentes, es altamente recomendado. A mitad de camino también vimos la casa de Louis Amstrong, solo para nostálgicos del genio.

Hoy luce el sol con todo su esplendor. Ya me he puesto las bermudas y las abarcas, podré lucir mi flor.

Ajedrez en Union Square

Hemos comprado una ensaladita y unos Sushis en el Chelsea Market y nos los hemos tomado relajadamente a las orillas de Hudson. Unas cuantas compras para comidas, picnics venideros y de vuelta casa que hoy hay chino con Bradford.

¿Esta clarisimo el menu, no?

Bueno, bueno. Lo del cuchitril de ayer era poco comparado con el de hoy, pero la jefa tenia una foto con Anthony Bourdain (Un chef yanqui con apellido francés). Hemos tomado unos “Dumplings” de cerdo con gambas y cordero con verduras y a continuación una “lamb burger” a la china, ….Hummm buenísima.

Parte del menu

La reportera grafica ha estado muy al tanto de un incendio muy cercano y una detención en Chinatown como reflejan las fotos.

 

N.B. – A mis hijas – Lo del tatuaje os lo decía cuando erais jóvenes, pero uno con 61 años ya no se puede arrepentir. Además como actualmente me considero hijo adoptivo de “La Barceloneta”, de “Lavapies” y de “Brooklyn” tengo que llevar uno casi por obligación. Y como bien dice Atila, como buen gabacho que soy, una flor de Lys y un gallo me van como anillo al dedo. (Se ve que el gallo cuesta bastante mas, yo con la cresta me conformo).

Hasta mañana.